El PAMI eliminó 44 “moléculas farmacológicas” del vademécum con cobertura del 100%, lo que implica que se achicó un tercio la cantidad de remedios que los jubilados pueden adquirir de forma gratuita.
Dicho de otro modo, la canasta de casi 3.000 remedios (que se desprendían de las 167 moléculas cubiertas por el plan Vivir Mejor hasta comienzos de año) pasó a 2.000 medicamentos, correspondientes a los 109 principios activos cubiertos ahora.
A esta novedad se suman dos más, del mismo tenor. Para comprenderlas hay que recordar que los más de 5 millones de afiliados tienen derecho a cinco “cajitas” de medicamentos sin cargo por mes (antes de la asunción de Milei eran seis).
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Además, si la persona precisa más que esas cinco y los medicamentos que requiere están dentro de esos 109, el descuento oscila entre el 50% y el 80%, según el remedio.
La segunda novedad se relaciona a que el PAMI creó hace unos meses una tercera categoría de medicamentos (casi todos de venta libre) que son “de uso eventual”, según los llaman en el organismo.
En concreto, así como se achicó en 44 moléculas el grupo de las que tenían cobertura al 100%, muchos medicamentos que los afiliados podían llevar con descuentos del 50% al 80%, ahora quedaron relegados a la categoría de “uso eventual”. Son 54 moléculas.
La tercera novedad es que mientras fuentes del organismo, de las farmacias y de los laboratorios subrayan que, de todos modos, cualquier afiliado que precise cobertura al 100% puede gestionar el llamado “subsidio social” en el organismo, el jueves pasado el PAMI publicó una resolución que modificó (e hizo más exigentes) los requisitos para poder acceder a ese beneficio.
Al respecto, Lucas López Verrilli, nuevo presidente del Colegio de Farmacéuticos de Junín, dijo que «el cambio que se vivió el mes pasado de los últimos tiempos fue de los más grandes. Hay muchas miradas y análisis y hay muchos casos. Hubo un sinceramiento de los precios y se nota mucho más en los jubilados porque si se quiere contaba con un subsidio el valor del medicamento al que accedían».
En ese sentido, explicó luego: «estaba el precio al público y otro para el PAMI. La persona que compraba con una prepaga o de manera particular no lo notó tanto porque el precio de venta es similar, pero para el afiliado de PAMI si algo valía 100 la obra social podía bajarlo a 80 por el porcentaje de cobertura. Lo que pasó el mes pasado fue que el precio de venta para el PAMI pasó a ser el mismo que el de venta al público, entonces ahí se nota la diferencia, no es que hubo un encarecimiento del medicamento, se modificó el monto de cobertura».
«La brecha llegó a ser del 60%, entonces cuando esa brecha se quita en el precio final se nota. Después otra realidad es que aquel jubilado que tiene uno o dos medicamentos no lo siente tanto, pero hay otros que necesitan más medicamentos y se siente más», completó y aclaró: «lo que se quitó de subsidio tiene que ver con lo que no son tratamientos crónicos que eso sigue al 100%».
PAGO DE IOMA Y PAMI A FARMACIAS
Sobre este punto, el titular del Colegio de Farmacéuticos de Junín, informó: «IOMA viene pagando bien, como siempre, no son los plazos que las farmacias necesitan pero se viene cumpliendo y en el caso de PAMI está teniendo un retraso, hay una deuda de dos quincenas y una de ellas cumplió un mes y la otra quince días de retraso. Ahora hay una promesa de pago a partir del 12 de septiembre».
Luego, manifestó que «en caso de que eso no se cumpla veremos porque todas las farmacias nos vemos afectadas, algunas más y otras menos. Más que nada porque muchas veces las farmacias son PAMI dependientes por el volumen de recetas de esa obra social que llega y eso en algunos casos puede representar hasta un 80% del total del trabajo».
«Cuando se abre una brecha de una falta de pago de las quincenas los números y la provisión de las droguerías se pueden llegar a complicar. Nosotros desde el Colegio tratamos de que el servicio se cumpla porque entendemos que formamos parte del sistema de salud y de la importancia del medicamento, pero puede existir el caso de que por esas situaciones una farmacia se quede sin crédito en droguería y no pueda pagar los medicamentos que necesita ante la demanda. Lo último que se trata es cortar el servicio de medicamentos», finalizó.
MURO DE LOS LAMENTOS
En medio de una crisis sanitaria compleja por el aumento de los medicamentos y de las prepagas, en los municipios empieza a impactar fuerte el golpe. Tal es así que desde un pequeño distrito del interior, el intendente graficó con crudeza la realidad de los vecinos cuando van a las farmacias.
El jefe comunal de Leandro N. Alem, Carlos Ferraris, se refirió a la grave situación que atraviesan los jubilados a la hora de comprar medicamentos: «Me gustaría que el presidente Milei y los políticos insensibles que componen su gabinete, visiten una farmacia para ver cómo los abuelos y la gente en general no puede comprar sus medicamentos”, expresó y sentenció: «el mostrador de las farmacias es el muro de los lamentos».
Al respecto, López Verrilli, analizó: «de por si las farmacias son históricamente un muro de los lamentos porque cuando uno viene es para gastar un dinero en remedios en vez de hacerlo en algo que provoque satisfacción o un disfrute para las personas».
REPELENTES
En cuanto a la provisión de repelentes ante la llegada de la primavera y la aparición de mosquitos, con la crisis derivada de la posibilidad de contraer dengue, el farmacéutico llevó tranquilidad en el sentido de que aseveró: «repelentes hay en stock. Hace 15 o 20 días se han lanzado al mercado de la marca principal y por el momento estamos cubiertos en cantidad y de marcas alternativas también. Hay aerosoles, cremas, de uso normal y extra duración».
«No han venido con demasiado aumento, es similar al mes de mayo. No hubo abuso de precios en este marco. El año pasado ante el faltante lo que venía no era de los canales oficiales y ahí sí se pudo encontrar cualquier tipo de precio y hasta incluso nosotros tratamos de no comprar para evitar malos entendidos, porque luego uno lo tiene que trasladar al consumidor que a veces piensa que uno es el que fija los valores y no es así», completó.
«Hoy un repelente debería estar entre los 5000 o 6000 pesos. El año pasado nos ofrecían de costo a 6000 pesos ante el faltante y hoy ese es el precio de venta al público que tienen las farmacias», concluyó.
NUEVO ROL
Finalmente, sobre el cargo que le tocó asumir, indicó: «hace tres meses que estoy como presidente afrontando este nuevo desafío. No hubo elecciones, me invitaron a ser presidente. Ya hacía 6 años que formaba parte del colegio y ahora consideré que había llegado el tiempo y acepté».
«Siempre es buena la renovación, estamos arrancando con fuerza porque son muchos los desafíos y eso atrae», finalizó.


























