El secretario de Educación, Carlos Torrendell, sostuvo que “el problema no es la cantidad de recursos, sino hacer una dirección inteligente».
El Gobierno defendió su presupuesto para las universidades, negando que haya habido un recorte en los salarios de los docentes.
Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias, expresó su preocupación por la actualización salarial de los docentes universitarios, ya que no ha seguido la pauta inflacionaria. Esto ha generado protestas y paros docentes en las universidades. En la Cámara de Diputados, Álvarez criticó la forma en que se asignan los presupuestos universitarios, asegurando que se basan en la capacidad de lobby de cada diputado en lugar de pautas objetivas.
Además, cuestionó al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) por solicitar 7,2 billones de pesos para el 2025, considerándolo una «hiperexpansión» no justificada por la matrícula. La Universidad Nacional de Jujuy es un ejemplo de esta situación, con un 40% de la matrícula sin haber aprobado un solo examen, y solo 166 graduados de 27 mil alumnos. Esta situación refleja la necesidad de revisar y ajustar el sistema universitario para garantizar una educación de calidad y eficiente.
El crítico cuestionó la capacidad de Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), para gestionar el presupuesto de la institución. En una entrevista reciente, Gelpi no pudo especificar cuánto presupuesto necesitaba, respondiendo «no sé» cuando se le preguntó. Sin embargo, cuando se le preguntó si le faltaba presupuesto, respondió que sí, que le debían el doble. Esto sugiere una falta de claridad y transparencia en la gestión financiera de la universidad.
Ricardo Gelpi es un médico y profesor universitario argentino que se desempeña como rector de la UBA desde agosto de 2022. Antes de asumir este cargo, se desempeñó como decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA. A lo largo de su carrera, ha publicado más de 130 artículos de investigación y dirigido más de 20 tesis doctorales. Sin embargo, la crítica a su gestión financiera plantea dudas sobre su capacidad para liderar la universidad de manera efectiva.
Un funcionario del gobierno argentino, Álvarez, respondió a preguntas sobre la distribución presupuestaria para las universidades, asegurando que se basa en criterios reales como la cantidad de carreras en ejecución, docentes y gastos en electricidad. También negó que haya programas desfinanciados y recortes salariales, argumentando que la actualización salarial no siguió la inflación.
Además, Álvarez indicó que la distribución presupuestaria anterior se realizaba por lobby en la casa de legisladores, donde aquellos con mayores vínculos con las universidades obtenían mayores índices de presupuesto. Sin embargo, aseguró que el gobierno no cerrará ninguna universidad y sostendrá la educación pública.
Es importante destacar que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ha advertido sobre la difícil situación del sistema universitario público nacional y pide acciones para garantizar su funcionamiento y misión.

Carlos Torrendell, secretario de Educación, defendió el presupuesto asignado a la educación, enfatizando que el problema no radica en la cantidad de recursos, sino en la dirección inteligente de los mismos para potenciar los aprendizajes. Destacó que el presupuesto representa un cambio de paradigma en la política gubernamental, apuntando a generar mayor libertad educativa y equidad en los resultados de aprendizaje.
En la educación básica y obligatoria, Torrendell enfatizó la importancia de la alfabetización, considerando que el 60% de los chicos están por debajo de la línea de pobreza. Resaltó la política de «Una Hora Más» y la jornada extendida, que permitirá más tiempo en las escuelas.
Además, mencionó que los organismos internacionales han otorgado créditos cercanos a los 200 millones de dólares para respaldar el presupuesto educativo. También destacó la conectividad como segundo eje prioritario, con un sistema en línea para proveer información a funcionarios, provincias y la Nación.
En cuanto a las universidades, Torrendell destacó que el presupuesto asignado es de 4 billones de pesos, equivalente a dos tercios del presupuesto de la Secretaría de Educación. Aseguró que el gobierno busca un seguimiento más exhaustivo de las trayectorias universitarias para que los alumnos se gradúen efectivamente.
Carlos Torrendell, Secretario de Educación, enfatizó que para lograr aprendizaje y alfabetización es fundamental respaldar la educación con información adecuada para mejorar cada escuela y sistema provincial. Destacó que la inversión inteligente de recursos es clave, ya que permite un manejo eficiente y transparente.
En este sentido, Torrendell resaltó que su gestión ha logrado reducir significativamente los retrasos en la transferencia de recursos a provincias y universidades, lo que ha mejorado la rendición de cuentas y permitirá evaluar el impacto de las inversiones en tecnología sobre el aprendizaje.
Entre los puntos clave de su propuesta, se encuentran:
Inversión inteligente: Asignar recursos de manera eficiente y transparente.
-Mejora en la rendición de cuentas: Permitir evaluar el impacto de las inversiones en tecnología sobre el aprendizaje.
-Reducción de retrasos: Transferir recursos a provincias y universidades de manera oportuna.
-Evaluación y seguimiento: Monitorear el progreso y ajustar estrategias según sea necesario.
En resumen, Torrendell enfatiza que la educación requiere una gestión eficiente y transparente para lograr resultados óptimos.
Carlos Torrendell, secretario de Educación, hizo hincapié que el problema en la educación no solo radica en la cantidad de recursos, sino en la dirección inteligente de los mismos, centrada en el aprendizaje. Destacó que se detectó una distribución inequitativa de recursos, favoreciendo a los alumnos que ya tienen más, y que se puede reducir significativamente el gasto en conectividad, pagando hasta cuatro veces menos por la conexión de escuelas.
En cuanto al presupuesto para las universidades, Torrendell señaló que equivale a dos tercios del presupuesto de la Secretaría de Educación, aproximadamente 4 billones de pesos. También destacó que habrá un seguimiento más exhaustivo de las trayectorias estudiantiles para garantizar que se gradúen efectivamente.
Además, mencionó que el gasto universitario pasó del quinto al tercer lugar en el presupuesto nacional y representa aproximadamente cuatro puntos del total. Torrendell afirmó que el compromiso del gobierno es afianzar la educación superior y continuará debatiendo y acordando la política salarial con los gremios y universidades, bajo la premisa de «déficit cero».


























